
Acaba de concluir la Graph Expo en Chicago, y después de algunos días recorriendo el evento y platicando con clientes en nuestro pabellón, saqué algunas conclusiones acerca del estado de la industria de impresiones. Antes que nada, a pesar de todos los debates y preguntas sobre la necesidad de la impresión en la era digital, la industria se encuentra bastante bien e innovando a un ritmo vertiginoso. Los representantes de las imprentas caminaban por los pasillos buscando nuevas técnicas y tecnologías que continúen expandiendo los límites de lo que podamos hacer con tintas sobre papel (o sobre plástico, metal, madera y otros miles de sustratos). Aún hay muchas situaciones en las que un monitor de computadora, teléfono móvil o tablet no serán igual de eficientes que una impresión.
Segundo, la inyección de tinta es muy popular y durante el show estaba en boca de todos. Al principio las imprentas comerciales usaban impresoras de inyección de tinta solo como dispositivos para crear pruebas o maquetas, pero ahora hay prensas enteras construidas en base a generadores de inyección de tinta de alta velocidad que rivalizan con la producción y costos de dispositivos análogos tradicionales. Su adopción es impulsada por la necesidad de producir tirajes más cortos y personalizados de artículos que van desde publicidad directa por correo hasta envases de alimentos.
Finalmente, los límites que solían definir las distintas actividades en la industria de los gráficos están desapareciendo rápidamente. Si bien la mayoría de las empresas aún se especializan en algo, las diferencias entre imprentas comerciales, imprentas rápidas, empresas postales, imprentas transaccionales y demás subconjuntos de la industria se están volviendo menos importantes a medida que cada segmento lucha por sobrevivir y prosperar. Esto ha sido parcialmente impulsado por avances tecnológicos que hacen a los dispositivos de producción más flexibles, pero también ha sido impulsado por empresarios creativos que notan que sus negocios no giran en torno a un producto o proceso específico, sino a las necesidades de su clientela.
Por ejemplo, en el pasado una imprenta comercial pudo haber producido un informe anual de cliente, pero enviado tarjetas de presentación y membretes para la imprenta rápida, letreros de eventos corporativos para un taller gráfico, y obsequios de ferias comerciales para un proveedor de productos promocionales. Ahora, cada vez más imprentas se dan cuenta de que pueden ser el único punto de contacto para todos estos productos, ya sea adoptando habilidades internamente o subcontratando socios de confianza.
Éstas son excelentes oportunidades para todos en el espectro. Los pequeños talleres especializados en letreros, pancartas y presentaciones tienen la oportunidad de brindar productos acabados a imprentas comerciales que pueden tener contratos con grandes corporaciones, y a través de dichas alianzas pueden también aceptar trabajos que de otro modo hubieran rechazado. Eche un vistazo a sus clientes actuales y piense sobre qué otros productos impresos puedan necesitar. ¿No sería más fácil para ellos obtenerlos todos en un solo lugar? ¿Y por qué ese lugar no puede ser su empresa? Luego, explore cómo puede satisfacer creativamente dichas necesidades aprendiendo nuevos procesos con sus equipos existentes, o asociándose con otros especialistas.
